Darwin en duda
Charles Darwin, en su obra origen de las especies por medio de la selección natural o la conservación de las razas favorecidas en la lucha por la existencia demuestra exhaustivamente, de forma filosófica, la evolución de las especies. La obra suele resumirse como selección natural o sólo se reproducirán los más fuertes, pero es mucho más que eso, casi podría llamarse una biblia de la evolución, con demostraciones contundentes y remitiéndose a pruebas que todos podemos ver; no hay cuestiones de fe y cabos sin atar, sus conclusiones siempre están basadas en premisas verdaderas.
En la lucha constante por la supervivencia, en un medio donde compartimos unos recursos limitados, sólo los más adaptados llegarán a sobrevivir y podrán dejar descendencia. Así se produce una selección natural entre individuos de una misma especie genéticamente distintos. Estos cambios no producirían una nueva, pero si tenemos en cuenta estas pequeñas diferencias a lo largo de millones de años se aumentaría la variedad de la existente y se crearían otras nuevas.
Por más que nos empeñemos en especializarnos, nuestra descendencia siempre tendrá que empezar de cero. El aprendizaje no se refleja en el código genético, es decir, los genes no se modifican por nuestro comportamiento o nuestras habilidades, como en su tiempo decía Lamarck con el famoso ejemplo de la jirafa.
Las grandes catástrofes pueden cambiar el medio de existencia y provocar una brusca selección; también, por motivos geológicos o por otras fuerzas de la naturaleza, una población queda dividida y evolucionar de forma separada; a veces, también se producen mutaciones, pero en ningún caso es producto de la actividad del individuo.
Dicen que el hombre y el mono no tienen antepasados comunes, cuando en realidad los humanos, igual que el gato y el tigre son felinos, somos monos.
[Fuente: www.periodistadigital.com]
[Para saber más del tema, el mejor blog: Evolucionarios]
2 comentarios
Asombr8-S -
Gracias por colgarla tú, así está disponible para todos.
Saludos
cavernicola -
Si piensas que un 34% consideraba que la Biblia debe ser interpretada literalmente en la actualidad, ya me dirás cómo van ni a tener en cuenta las teorías de Darwin.
Lo curioso es que para ellos los radicales religiosos siempre son los demás.